Amigos Virtuales y Riesgos Reales: Protege a Tus Hijos en Redes Sociales

Explora el impacto de las relaciones en línea en la vida social de los niños y descubre cómo protegerlos de los peligros potenciales en las redes sociales. Aprende estrategias de supervisión y consejos prácticos para un uso seguro y responsable del internet.

Por Sandra Lissete Abrajan Chontal Docente en el Colegio José María Morelos y Pavón Catemaco, Ver.

7/10/2024

Actualmente, obtener información o comunicarla, al menos de forma digital, se encuentra al alcance de cualquiera que disponga de un dispositivo electrónico y acceso a internet. Por lo que una forma de comunicarse de forma rápida y directa, sin intermediarios son las redes sociales.

En el mundo del internet, en específico en las redes, los seres humanos han ido a extremos insospechados. Por ejemplo, en la red de Facebook, llega una solicitud de amistad, cuando se acepta a esto se le conoce como amigos virtuales, se conocen sólo por datos y fotografías ancladas en los respectivos perfiles.

El problema de las redes surge cuando abusando de esa virtualidad la apariencia deviene en falsedad y el “amigo” se convierte en un enemigo capaz de destruir la honra, la dignidad o el prestigio de una persona. Las redes sociales se han convertido en un entorno muy atractivos para niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Desde temprana edad vemos a niños acceder a esta realidad sin supervisión adulta.

Unas fotos, una frase corta o unas palabras de empatía que lleguen a una mente vulnerable de un niño son suficiente para iniciar una amistad virtual. Cuando se inicia una amistad de esta manera puede llegar a culminar en un encuentro físico o adoptar la personalidad, gustos o aficiones de la otra persona. Se pone en riesgo la integridad física y emocional de la persona a alguien desconocido en la vida real.

El abuso de las redes está asociado con la depresión, síndrome de déficit de atención con hiperactividad, insomnio, disminución de horas total de sueño, disminución del rendimiento académico, repitencia y abandono escolar. Estudios han revelado que aparte existen fallas en la toma de decisiones por los adictos a juegos online.

Hay estrategias que desarrolla una persona para ganarse la confianza de un niño, adquirir el control y poder sobre él. Tiene la finalidad de abusar de él o ella incluso sexualmente.

Etapas:
  1. Amistad

El abusador se hace pasar por alguien de la misma edad y se gana la confianza de la víctima, obteniendo así sus datos personales. Con preguntas como, ¿Qué edad tienes?, ¿Con quién vives?, ¿Cuál es tu dirección?, ¿Qué hacen tus padres? ?, ¿En qué colegio estás?

  1. Engaño

El abusador finge estar enamorado de la víctima para conseguir que se desnude y realice actos de naturaleza sexual frente a la webcam, o le envíe fotografías de igual tipo.

  1. Chantaje

El abusador manipula a la víctima amenazándola que va a hacer público el material sexual, si no continúa enviándoselo. Las repercusiones del Grooming (acoso sexual de una persona adulta a una niña, un niño o un adolescente por medio de internet) en la víctima están asociadas a depresión, baja autoestima, desconfianza, cambios de humor repentinos y bruscos, bajo rendimiento académico, aislamiento, alteraciones del sueño y de la alimentación, ideas e intentos de suicidio.

Cuando existe uso excesivo de los niños por las redes o cualquier medio digital por el cual puedan tener interacción con otra persona, es necesario intervenir desarrollando las siguientes estrategias.

Acciones de supervisión:
  1. Limitar el tiempo de uso de las redes sociales y de los dispositivos tecnológicos.

  2. Ser ejemplos en el uso moderado de la tecnología.

  3. Buscar actividades que se realicen en familia libres de aparatos electrónicos.

  4. Es importante estimular actividades que no involucren pantallas y que fomenten la comunicación directa.

  5. Darle la confianza al menor sobre el uso adecuado del internet, mostrándole que sabrá elegir correctamente lo que ve y oye en las pantallas.

  6. Trabajar en la comprensión de las consecuencias de lo que se hace y/o se dice del internet.

  7. Instruirse en el uso de internet en general y en el de todas las redes sociales en particular, en lo que ofrece la sociedad moderna.

  8. Crear una lista de reglas (sitios a los que puede acceder, tiempos de uso, horarios, contenidos).

  9. Ubicar los computadores en lugares comunes (salas de estar)

  10. Instalar herramientas de filtros de contenido (programas diseñados para controlar qué contenidos se permiten mostrar en la web), actualizándolos periódicamente. Esto, además de la supervisión.

  11. Desconectar wifi en la noche

  12. Averiguar si en el colegio existe supervisión y programas de filtro de internet

  13. Si un adolescente tiene acceso a una página que no es aceptable, es importante que los padres no reaccionen de forma exagerada. Para resolver la situación, resulta necesario conversar sobre cómo se encontró la página y el tipo de información que se estaba buscando.

Para que la amistad física o virtual se consolide se debe confiar y respetar a la otra persona. Hay que proteger y protegerse de quien intente invadir nuestro espacio privado.

Una vez dijo Caroline Anderson, “Podemos tener muchas conexiones a nuestro alrededor, pero si no son significativas, si no se basan en la intimidad emocional y la confianza, si no son recíprocas, entonces no van a servirnos de nada”.

No sólo la persona que esta del otro lado de la pantalla puede hacer daño, nosotros también podemos ser un riesgo. Debemos ser cuidados al dejar a cargo a un menor un dispositivo electrónico, no sabemos que uso le puede dar, sea bueno o malo.

“Todos nosotros estamos entretejidos en la gran tela de la humanidad, y todo cuanto hagamos para beneficiar y ayudar a nuestros semejantes nos beneficiará también a nosotros mismos” (EGW, Mente, Carácter y Personalidad 2, p. 446)

Haciendo uso adecuado de las redes sociales y del internet podremos encontrar verdaderos amigos. Nuestros hijos podrán relacionarse con la libertad de establecer relaciones con personas desde otras partes del mundo. No todos los que se encuentren al otro lado de una pantalla son el enemigo, sólo debemos estar alerta.

Es necesario incorporar prácticas que ayuden a nuestros niños en el uso seguro y sin riesgo de las redes, para crear hábitos saludables que les convierta en ciudadanos digitalmente competentes.